Títeres en la redes: la misión de entretener en tiempos de cuarentena

Con la cuarentena para todos los habitantes del suelo argentino, el desafío no solo estaba en tomar las medidas preventivas para controlar el avance del virus sino también en generar ideas para que la estadía en casa sea lo más amena posible. El ingenio y la creatividad se convirtieron en grandes aliados para combatir el aburrimiento junto con las nuevas tecnologías que adquirieron un rol trascendental dentro de las cuatro paredes.

Con un poco de iniciativa y algo de conexión a internet alcanzó para poner manos a la obra. Todo estaba permitiendo en los hogares desde patear rollos de papel higiénico, un desafío que se volvió viral entre los famosos, hasta hacer pequeños videos humorísticos con la aplicación móvil Tik Tok. Las clases online empezaron, poco a poco, a formar parte de la rutina diaria y los chicos aprovecharon sus tardes para dibujar arco iris bajo la consigna “Todo saldrá bien“. Pero una de las propuestas culturales que rompió todos los esquemas tradicionales fue la del grupo de teatro de títeres Cuesta Arriba.

El elenco de la ciudad de San José, integrado por Analía Koreikis y Walter Benítez, tuvo la magnífica idea de realizar transmisiones en vivo a través de su cuenta de Facebook Títeres Cuesta Arriba viendo que muchos niños y niñas estarían en sus casas con motivo del aislamiento social. «Queríamos buscar alternativas para que los gurises puedan hacer otra cosa y ver otro tipo de contenido», dejó en claro Analía.

La diversidad de contenidos y el dinamismo que le aportan sus personajes hacen de este programa un segmento audiovisual único e innovador en la región. La transmisión comienza a las 19 y tiene una duración de 45 minutos, aproximadamente. En principio, la idea es mantener las emisiones hasta que culmine la cuarentena.

En pocos días, Cuesta Arriba se ganó el cariño y la ovación de los espectadores, que atentamente seguían las redes sociales para enterarse de las novedades. Las repercusiones del programa superaron todas las expectativas con mensajes provenientes desde diversas localidades entrerrianas y de provincias como Córdoba, Corrientes, Chubut, Santa Fe y Buenos Aires. Asimismo, también hubo audiencia de la República Oriental del Uruguay.

“Estamos muy contentos porque hubo una acogida muy buena, donde participaron muchísimos gurises. Tenemos amiguitos que nos escriben y nos mandan sus cartas con dibujos y la foto con quienes están mirando la transmisión», explicó la titiritera que también trabaja en talleres para niños y personas con discapacidad. Además agregó que «este es nuestro aporte y granito de arena para este momento difícil porque hay que quedarse en casa. Somos una opción más dentro de tantas“.

El proyecto llegó a obtener una mención especial en la 2da edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos, que se desarrolló el año pasado en Paraná. “Sabemos que la propuesta gustó y que fue muy novedoso porque en la provincia como en la televisión en general no hay programación infantil con títeres. En el Ficer quedó la idea y consideramos que era una oportunidad para que vuelvan a salir al aire“, agregó.

Luz, cámara, acción
Son las 19 en punto. La cámara se enciende, los niños se conectan y empieza la transmisión. El primero que sale a escena es Quinoto, un mono que habla con los espectadores virtuales y recibe los mensajes que llegan por WhatsApp o Facebook. El simpático simio no está sólo ya que cuenta con la colaboración de Lulú, una niña que se encarga de contar cuentos. Más tarde llegará el turno de Don Adivinador, el encargado de ofrecer acertijos y adivinanzas para el público presente.

La naturaleza tiene un papel sumamente importante en este show y es el pajarraco Florencio quien disertará sobre el cuidado del ambiente, con la presencia de animales de la región. Para finalizar el staff de títeres, hará su presentación el abuelo Pedro, un tanto modero y canchero ya que llegó a viralizar un rap para quedarse en casa. Cada programa está pensado de manera particular y en cada uno pasan cosas totalmente diferentes al resto.

“Este proyecto está hecho a pulmón, de manera independiente. Lo hacemos de corazón, con todo lo que eso implica porque no recibimos apoyo ni subsidios para hacer el programa y solventar los gastos. Todo esto requiere de mucha producción“, sostuvo Koreikis a este medio.

Las técnicas de manipulación de títeres son variadas y van desde los de guantes, de varilla y de boca hasta el teatro de sombras o los de manipulación directa. Cada una de ellas tiene sus características y su uso dependerá de la historia a contar. Para elaborar contenidos audiovisuales, la mejor es la de varilla o de boca porque es la que más se adapta al formato de hablar en cámara ya que si bien son títeres hay que mover la boca, el cuerpo y las manos. Asimismo ofrece grandes posibilidades narrativas y tiene un contacto directo con los niños.

“Detrás de cada títere hay todo un trabajo previo. Estos en particular están construidos con goma espuma y forrados con una tela. Nosotros hacemos cada títere desde cero con la plástica, el vestuario, la escenografía de las obras y a su vez aportarle la voz a cada uno de ellos“, concluyó.

Dos décadas de diversión
Al igual que Jim Henson, el creador de la famosa serie televisa Los Muppets con la rana Gustavo a la cabeza, Analía y Walter siempre entendieron que estos muñecos, además de sacar una sonrisa, deben concebirse para todas las edades y no sólo para el público infantil. La pasión por los títeres fue tal que comenzaron por capacitarse en la Escuela de Titiriteros de Avellaneda (Buenos Aires) y en la Escuela de Ariel Bufano.

En 1999, luego de una sólida formación académica, decidieron preparar sus propias obras y emprender un viaje por el interior del país. Previamente el dúo de actores había realizado capacitaciones vinculadas a la técnica vocal, la actuación, el armado de escenografía y la dramaturgia. La travesía, que duró cinco años, los llevó a lugares recónditos, atravesando diferentes pueblos y ciudades, pequeños parajes con espectáculos tantos para los más chicos como para los adultos. Al día de hoy, con 20 obras y más de 80 personajes, la compañía Cuesta Arriba es referente de los títeres en Entre Ríos y el país.



Fuente: José Prinsich (Mirador Entre Ríos)

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